Evangelio del día
Mt 13, 16-17.
Santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María.
Jesús dijo a sus discípulos: “Felices los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”.
Reflexión:
Hoy se hace memoria de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesús. Y el texto del Evangelio providencialmente parece que hablara de ellos, ya que dice Jesús que “muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron”. Y se puede decir de Joaquín y Ana que eran esos justos que deseaban ver el día del Señor, pero no lo vieron, porque murieron cuando la Virgen, su hija, todavía estaba en el Templo. Y felices somos nosotros que sí “vemos y escuchamos” al Señor. Si bien no lo vemos con los ojos físicos, sí lo vemos con los ojos de la fe en la Eucaristía y podemos escuchar su Palabra en su Evangelio. Así que aprovechemos que vivimos en este tiempo en que Dios se ha manifestado y está con nosotros, y practiquemos sus enseñanzas en la vida ordinaria.
Pidamos a la Santísima Virgen la gracia de saber valorar la gran riqueza de la Palabra de Dios y de la Eucaristía que son nuestros alimentos que nos conducen al Cielo.
Jesús, María, os amo, salvad las almas.
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