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Conducía camino a mi casa durante una noche lluviosa; delante de mi iba otro  automóvil que constantemente me deslumbraba con una luz proveniente de la parte de  atrás del automóvil. 
Me molesté pues a demás de la lluvia y el estado de la carretera tenía que lidiar con el destello que aquel automóvil me reflejaba. 
Pensé que algún niño travieso llevaba algún artefacto luminoso e iba jugando por la carretera. 
Más adelante llegamos a un semáforo donde un poco molesto me coloqué al lado de  aquel automóvil, cuando se abrió la ventana del otro auto y el conductor me  dijo:  - "Disculpe, pero su luz izquierda está desprendida Debería repararla o puede  tener algún accidente" 
Me dí cuenta entonces que el reflejo era producto de mi luz averiada 
Esto me hizo reflexionar mucho sobre lo que pensamos de los demás. 
A veces una  actitud negativa o mala de otras personas, puede no ser mas que el reflejo de  nuestras acciones en aquella persona. 
Comprendí entonces las palabras de Jesús  de tratar a los demás como quisiéramos ser tratados, y servir como si fuéramos  los últimos para así ser los primeros. 
Mantén la paz con tus amigos y compañeros, y antes de criticar o juzgar, mira tu  corazón y piensa si aquello no es el resultado de tus acciones para con aquella persona. 
"De todas las reacciones posibles ante una injuria, la más hábil y económica es el silencio.” 
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sábado, 10 de agosto de 2013
Reflejos...
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